One winter morning, author Wolfgang Hermann’s adolescent son appeared dead, unexpectedly, in his bed. Hermann withdrew into himself and wasn’t able to write about this terrible loss until
more than 10 years later, in these pages. This is a poignant story of the author’s process of resurrection in the wake of his pain, and his attempts to make life bearable again.
Una mañana de invierno, el hijo adolescente de Wolfgang Hermann apareció muerto, inesperadamente, en la cama. Este acontecimiento distorsionó toda la vida del autor, el padre, aislándolo
de la vida exterior y sumiéndolo en un frío intenso y doloroso. Hermann no pudo escribir sobre aquella terrible pérdida hasta pasados más de diez años... El fruto fueron estas hermosas y
estremecedoras páginas. Que no sólo narran aquella experiencia, sino también el proceso de «resurrección» que tuvo que afrontar el propio autor para sobrevivir al dolor, para hacer que la
vida volviera a ser, al menos, soportable. Un libro bellísimo donde la naturaleza (el jardín, el bosque, la montaña) sirve como espejo, a través de las estaciones, del paso del tiempo en el
alma y de las etapas de la reconstrucción vital.