Un libro ilustrado que reivindica con humor que la curva es bella.
¿Una curvy nace o se hace? A veces, como en mi caso, una apunta maneras desde antes incluso de nacer.
Porque sí, después de 10 largos meses de embarazo y en vista de que no mostraba ninguna intención de abandonar el spa materno -ser una curvy es, ante todo, una actitud- tuvieron que entrar a
por mí. Algo que durante un tiempo me hizo sospechar que mi madre una vez salió de cuentas, me dejara macerando.
Pesé cuatro kilos y medio al nacer, lo que yo llamo un bebé-Platero: "tan blandita por fuera, que se diría toda de algodón". ¡Había nacido una CURVY!