El 22 de diciembre de 1972 el mundo descubrió que 16 de los 45 pasajeros del avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, que se había estrellado en los Andes diez semanas antes, permanecían con vida.
Nadie salía de su asombro. Sin comida, soportando temperaturas extremas, enfrentándose a todo tipo de adversidades y sin apenas esperanza de un rescate, hicieron lo inimaginable por sobrevivir.
Pedro Algorta nunca habló de su experiencia en los Andes, ya que lo que sucedió en la montaña era un asunto privado para él. En Las montañas siguen allí rompe su silencio más de 40 años después
y cuenta de primera mano una de las más increíbles historias de supervivencia humana y de espíritu de equipo. Su testimonio es de gran valor para personas y organizaciones que deben superar sus
propios desafíos.