Hace apenas dos años, Pendergast se enteró de la existencia de su hijo Alban, un psicópata asesino altamente inteligente. Alban se había esfumado de su vida tan repentinamente como apareció,
hasta que una noche descubre su cadáver en el umbral de su casa de Nueva York.
Durante la autopsia, el patólogo encuentra una misteriosa piedra en el estómago del chico que resulta ser painita, una gema rara y valiosa y cuyo origen solo puede ser cierta mina abandonada
de California.
La investigación de Pendergast le conducirá hasta insospechados secretos familiares y descubrirá que él mismo es el objetivo de la venganza de un enemigo perverso y cruel.