Jenn Díaz nos propone una novela llena de fuerza que habla de la ausencia, la muerte y la soledad de tres mujeres.
Mariela, la protagonista de esta historia, nos cuenta la historia de su familia. Es su cumpleaños número 11 y de pronto se escucha un disparo.
Su padre ha sido asesinado a sangre fría por ser republicano; ahora su madre, su abuela y ella deben aprender a callar. La madre, endurecida y distante, no lamenta la muerte de su marido. No
hay consuelo posible ante una madre que parece también muerta y una abuela escurridiza y llena de secretos. Para Mariela, su único consuelo es llevar flores cada domingo al lugar en el que
murió su padre e intentar reconstruir en su mente una nueva imagen de él.