Fiel a su estilo, Mario Bellatin nos ofrece en Retrato de Mussolini con familia, un libro provocador por su crudeza y sinceridad.
Un hombre a punto de morir. Un sacerdote que llega a darle la extremaunción. El amor nace entre ellos. Nada los detendrá, ni la muerte más próxima,
ni ciertos votos, ni la frágil figura del condenado: el hombre de un solo brazo yace en la cama, las moscas comienzan a arremolinarse. La sotana, el crucifijo, el pantalón y la ropa interior
han quedado arrumbados en una esquina del cuarto. Finalmente el amor. ¿Es la muerte el último enamoramiento, la reconciliación con quienes ya se nos han adelantado? El hombre de un solo brazo
podrá volver a reunirse con su madre. Desde que nació, ella supo que jamás la perdonaría, que tendría que protegerse de la ira de su hijo y tuvo que buscar la complicidad del padre.