Tal vez aquella pasión conseguiría hacerle sentir de nuevo
Cuando Celeste Prince descubrió que el millonario Benton Scott había comprado la empresa de su familia, decidió recuperarla como fuera. Pero el guapísimo Benton la atraía como ningún otro
hombre y su bien urdido plan sólo conseguía llevarla a un sitio: su cama.
Benton dejó claro desde el principio que sólo podía ofrecerle una aventura. La pasión entre ellos era abrasadora, pero los sentimientos de Ben seguían helados y Celeste sabía que sólo una
dramática colisión con su difícil pasado podría derretir su corazón.