Un cuerpo lleno de cicatrices y pesadillas cada noche es todo lo que le queda a Smoky. La mejor jefa de equipo del FBI nunca imagino que ella tambien seria una victima, que una noche un maniaco
entraria en su casa y mataria a su marido y su hija. Aunque ella misma acabo con el asesino, ahora solo le queda una soledad insoportable. Sin embargo, descubre otro buen motivo para vivir:
otro psicopata, que se considera a si mismo descendiente de Jack el destripador, esta dejando un reguero de cadaveres. Smoky reune a su viejo equipo y vuelve a convertirse en una eficaz
cazadora. Pero su presa parece saberlo todo sobre ella