Holly Prescott había rechazado la riqueza, con todas sus ataduras, a cambio de una vida más sencilla. Pero una irreflexiva promesa de "comprar" a un soltero en una subasta benéfica la llevó
hasta un hombre inesperado: el exitoso banquero Eric Alden.
Eric se negaba a someterse a la puja más elevada. En su lugar, eligió a Holly, una mujer en la que podía confiar, como pareja. La transacción no podía ser más sencilla: ninguno se
comprometería a nada. Sin embargo, la atracción entre ambos era demasiado fuerte para ser ignorada
y demasiado explosiva para poder continuar.