El hijo que llevaba dentro la había unido a aquel millonario
Max DeLuca debía cuidar de la bella y embarazadísima Lilli McCall. El hijo que llevaba en su interior era de su difunto hermano y, por tanto, Max debía protegerlo, para lo cual se llevó a
Lilli a su casa
sin saber que eso haría que se descontrolaran sus emociones. Nunca antes había sentido tal pasión ni tal deseo de cuidar a una mujer.
Pero entonces descubrió un secreto que Lilli parecía empeñada en ocultar. La verdad podía hacer que Max se pusiera a sus pies
o separarlos para siempre.