Corría el riesgo de perder la virginidad y el corazón…
El magnate italiano Angelo Emiliani sabía que Anna Delafield trataba de jugar con él. Angelo quería comprar su castillo francés, pero ella parecía estar dispuesta a hacer cualquier cosa para
impedírselo. Así que Angelo decidió darle una lección; la tendría cautiva en su yate durante unos días y le enseñaría que nadie jugaba con él…
No tardó en desatarse la pasión y Anna descubrió que el precio que tendría que pagar por detener a Angelo era cada vez más alto. Y ahora había algo más en juego que un castillo…