Los tres volúmenes de cuentos, Andamos huyendo Lola, La semana de colores (que en una edición posterior tomaría el título de su relato emblemático: La culpa es de los tlaxcaltecas) y El
accidente y otros cuentos inéditos, se mantienen como libros paradigmáticos de la ficción mexicana, debido a la profundidad psicológica de sus tramas, a la maestría implícita en la aparente
sencillez del estilo y a los notorios rasgos autobiográficos que adquieren tintes de pesadilla y humor negro. En los cuentos de Garro pueden encontrarse las contradicciones del ejercicio de la
política en el México de medio siglo, así como la marginación impuesta a las minorías frente a una hipocresía social y, sobre todo, el drama de la mujer enfrentada a sí misma.